MENSAJES CRISTIANOS
lunes, 25 de febrero de 2013
domingo, 10 de febrero de 2013
LA SAL DE LA TIERRA
LA SAL DE LA TIERRA
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere,
¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y
hollada por los hombres (Mateo 5:13).
En
este pasaje Jesús nos compara con la sal, ¿pero para qué sirve la sal? La sal
básicamente sirve para sazonar, y para preservar. La sal es usada para dar
sabor a las comidas y para conservar alimentos evitando su descomposición. Pero la sal puede perder su capacidad de
salar. Esto sucede cuando se contamina con otras sustancias o elementos a su
alrededor, como la humedad, las impurezas etc. El cristiano pierde la capacidad
de salar cuando recibe la influencia del mundo, comportándose como ellos y haciendo las cosas que ellos
hacen, cuando tolera el pecado en su vida, así como la sal el cristiano se va
desvaneciendo, va perdiendo la sazón, el sabor de ser un hijo de Dios y pierde
la capacidad de influir positivamente sobre los demás.
Pero
Jesús dice que somos como la sal, porque estamos para preservar al mundo de la
corrupción y la maldad con la verdad del evangelio.
El
mundo va en mala dirección desobedeciendo los mandamientos de Dios. El mundo
está lleno de maldad corrupción, inmoralidad.
Si
damos un vistazo al mundo podemos observar: Homosexualidad, matrimonios
homosexuales tratando de ser legalizados, aborto, drogadicción, alcohol,
prostitución, pornografía, abusos, violencia, maldad, robos, atracos,
asesinato, violaciones, extorciones, secuestro, etc.
El
mundo está perdido en pecados, pero nosotros somos la sal de la tierra, los que
preservamos la tierra llevando el mensaje salvador del evangelio.
EL QUE ABORRECE SU VIDA EN ESTE MUNDO, LA GUARDARÁ
EL QUE ABORRECE SU VIDA EN ESTE MUNDO, LA GUARDARÁ El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará (Juan 12:25).
Este pasaje nos enseña la clave para una vida
abundante. El pasaje no se refiere a que debamos aborrecer nuestra vida es
decir nuestra existencia, porque la vida es un regalo de Dios, y esto iría en
contra de las escrituras. Lo que nos quiere enseñar este versículo es que
debemos aprender a aborrecer la manera en que estamos viviendo la vida.
El que ama su vida la perderá: Son las
personas que no quieren renunciar al pecado en su vida, a los placeres
pasajeros y vanos de este mundo, entonces irremediablemente se perderán. Se
perderán en un castigo eterno, lejos de la presencia de Dios.
El que
aborrece su vida en este mundo; para vida eterna la guardará: son las personas
que no viven conforme a este mundo, quienes no viven para los placeres
pasajeros y vanos de esta vida, quienes viven teniendo en cuenta a Dios,
quienes permiten que Cristo viva en sus vidas ejerciendo en ellos su autoridad,
entonces, vida eterna tendrán, y vivirán en plenitud de gozo junto a Dios por
la eternidad.
EL LADRÓN VIENE A HURTAR MATAR Y DESTRUIR
EL LADRÓN
VIENE A HURTAR MATAR Y DESTRUIR
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y
destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia
(Juan 10:10).En este pasaje, el Señor Jesús hace un contraste entre lo que Él puede hacer en tu vida y lo que puede hacer satanás. Si observamos el mundo a nuestro alrededor por un instante, podemos ver la obra destructora y homicida de satanás: niños cayendo en las redes del alcohol y las drogas, niñas concibiendo hijos, Jóvenes sin proyectos perdidos en un mundo de delitos, familias destrozadas, abortos, violaciones de niños y niñas, crímenes, pornografía, vicios, etc. Pero dice la Biblia que: …Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo (1 Juan 3:8).
En este
pasaje Jesús se refiere a satanás, que ha venido a matar, hurtar y destruir, él
guía al mundo por el camino incorrecto para alejar al hombre de Dios, para
matar su vida espiritual a través del pecado, y robarle la salvación y todas
las abundantes bendiciones que Dios da a todo aquel que recibe y sigue a Cristo
como su Señor y salvador. Satanás solo quiere destruir a la humanidad
llevándola a la ruina, a través del pecado.
Busca a Jesucristo, Él dice yo he venido para
que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Jesús perdona a todo
pecador arrepentido, le da la salvación y una nueva vida, y lo colma de
bendiciones presentes y eternas.
JESÚS NO VINO A CONDENAR
JESÚS NO VINO A CONDENAR
Este pasaje nos enseña que, Jesús no vino a
condenar si no a salvar. Pero a su vez nos muestra que Jesús no aprueba al pecador, sino que vino a rescatarlo, a reconciliarlo con Dios.
También nos enseña que todos somos pecadores y que necesitamos el perdón de
Dios; que debemos arrepentirnos de nuestros pecados y no pecar más. Jesús
perdonó a la mujer por sus pecados y le dijo: …Vete, y no
peques más (Juan 8: 11).
Jesús desea perdonarte y limpiarte
ante Dios. Él derramó su preciosa sangre en la cruz para que tú pudieras ser
perdonado por tus pecados. Su sangre te puede limpiar de todos tus pecados. Dice la Biblia en (1 Juan 1:7)...y
la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
DOS OFERTAS
DOS OFERTAS
Hay dos ofertas la oferta del mundo y la oferta de
Cristo, tú decides cuál de las dos ofertas aceptas, tu destino eterno está en
tus manos.
La
oferta del mundo: La mayoría de las personas conforma el
sistema del mundo. El mundo se caracteriza por haber creado sus propias
opiniones, especialmente frente a lo que no es bueno ni aprobado por Dios,
como: emborracharse, consumir drogas, cigarrillo, tener relaciones sexuales
fuera del matrimonio, abortar, el rencor, el odio, la envidia, la traición, el
engaño, mal vocabulario, hablar mal del prójimo, y otras prácticas desaprobadas
por Dios, son vistas por el mundo como normales. Por eso muchas personas se
sienten tranquilas al envolverse en ellas.
La
oferta de Cristo: La Biblia enseña que todo ser humano ha de
comparecer ante nuestro Señor Jesucristo, para dar cuenta de cada uno de
nuestros actos. Aquel que sea hallado culpable de pecado irá a una condenación
eterna. La única manera por la cual una persona puede alcanzar la salvación es,
si en vida, aquí en tierra, se arrepintió de todos sus pecados, y rindió su
vida a Jesucristo. Cristo te invita a que
recibas su oferta, de aceptarlo como tu salvador a través de esta oración:
Señor Jesucristo, yo te acepto como mi
único y suficiente Salvador de mi vida y de mi alma. Señor
Jesucristo, perdóname en todo lo que te he ofendido de pensamiento,
palabra y obra; lávame y límpiame con tu preciosa sangre; escribe mi
nombre en el libro de la vida. Séllame con tu Espíritu Santo. Gracias
Señor; Amén.
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DICEN QUE HAY MUCHOS CAMINOS PARA LLEGAR A DIOS
DICEN QUE HAY MUCHOS CAMINOS PARA LLEGAR
A DIOS
Muchos dicen que hay muchos
caminos para llegar a Dios, y creen estar en lo correcto, y tratan de llegar a
Dios mediante religiones, buenas obras, idolatría etc. Y piensan que Dios salvará a cualquier persona buena,
porque muchos se creen buenos en su propia opinión, comparándose con otras
personas, ¿pero qué pasaría si se comparan con Dios? La biblia enseña que bueno
solo hay uno y ese es Dios (Marcos 10:18). En cuanto a las obras la biblia dice
que la salvación no es por obra para que nadie se gloríe (Efesios 2:9). De las
religiones la historia testifica, que se han cometido las acciones más repugnantes de la historia en el nombre de
las religiones. Son miles los sacrificios humanos, los asesinatos, los
suicidios que se han cometido en nombre de las religiones de la
humanidad. Algunos religiosos hicieron las llamadas guerras santas, justificada por razones religiosas,
porque decían que eran guerras querida por
Dios, y que conducía a la salvación
eterna, a quienes murieran en ellas. Algunas religiones incluyen
entre sus prácticas, la inmolación como método para llegar de forma rápida y
sin pecados al reino de los cielos. La inmolación es el nombre dado al suicidio por motivos religiosos.
De la idolatría la Biblia enseña que hay
un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1 Timoteo 2: 5). Y que hay un solo camino para llegar a Dios y es
Jesucristo. Dice la Biblia en (Juan 14: 6): Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Es a través de
Jesucristo que podemos llegar a Dios, y alcanzar la vida eterna. Si hubiera
otro camino, la muerte de Cristo
hubiera sido en vano.
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