domingo, 10 de febrero de 2013

JESÚS NO VINO A CONDENAR

JESÚS NO VINO A CONDENAR
 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistían en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. (Juan 8:3-11)
Este pasaje nos enseña que, Jesús no vino a condenar si no a salvar. Pero a su vez nos muestra que Jesús no aprueba  al pecador, sino que  vino a rescatarlo, a reconciliarlo con Dios. También nos enseña que todos somos pecadores y que necesitamos el perdón de Dios; que debemos arrepentirnos de nuestros pecados y no pecar más. Jesús perdonó a la mujer por sus pecados y le dijo: …Vete, y no peques más (Juan 8: 11).
Jesús desea perdonarte  y limpiarte ante Dios. Él derramó su preciosa sangre en la cruz para que tú pudieras ser perdonado por tus pecados. Su sangre te puede limpiar de todos tus pecados. Dice la Biblia en (1 Juan 1:7)...y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

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