JESÚS NO VINO A CONDENAR
3 Entonces los escribas y los fariseos le
trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido
sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales
mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? 6 Más esto decían tentándole, para poder
acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
7 Y como insistían en preguntarle, se enderezó
y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la
piedra contra ella. 8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió
escribiendo en tierra. 9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su
conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los
postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino
a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te
condenó? 11 Ella
dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no
peques más. (Juan 8:3-11)
Este pasaje nos enseña que, Jesús no vino a
condenar si no a salvar. Pero a su vez nos muestra que Jesús no aprueba al pecador, sino que vino a rescatarlo, a reconciliarlo con Dios.
También nos enseña que todos somos pecadores y que necesitamos el perdón de
Dios; que debemos arrepentirnos de nuestros pecados y no pecar más. Jesús
perdonó a la mujer por sus pecados y le dijo: …Vete, y no
peques más (Juan 8: 11).
Jesús desea perdonarte y limpiarte
ante Dios. Él derramó su preciosa sangre en la cruz para que tú pudieras ser
perdonado por tus pecados. Su sangre te puede limpiar de todos tus pecados. Dice la Biblia en (1 Juan 1:7)...y
la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario