LA SAL DE LA TIERRA
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere,
¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y
hollada por los hombres (Mateo 5:13).
En
este pasaje Jesús nos compara con la sal, ¿pero para qué sirve la sal? La sal
básicamente sirve para sazonar, y para preservar. La sal es usada para dar
sabor a las comidas y para conservar alimentos evitando su descomposición. Pero la sal puede perder su capacidad de
salar. Esto sucede cuando se contamina con otras sustancias o elementos a su
alrededor, como la humedad, las impurezas etc. El cristiano pierde la capacidad
de salar cuando recibe la influencia del mundo, comportándose como ellos y haciendo las cosas que ellos
hacen, cuando tolera el pecado en su vida, así como la sal el cristiano se va
desvaneciendo, va perdiendo la sazón, el sabor de ser un hijo de Dios y pierde
la capacidad de influir positivamente sobre los demás.
Pero
Jesús dice que somos como la sal, porque estamos para preservar al mundo de la
corrupción y la maldad con la verdad del evangelio.
El
mundo va en mala dirección desobedeciendo los mandamientos de Dios. El mundo
está lleno de maldad corrupción, inmoralidad.
Si
damos un vistazo al mundo podemos observar: Homosexualidad, matrimonios
homosexuales tratando de ser legalizados, aborto, drogadicción, alcohol,
prostitución, pornografía, abusos, violencia, maldad, robos, atracos,
asesinato, violaciones, extorciones, secuestro, etc.
El
mundo está perdido en pecados, pero nosotros somos la sal de la tierra, los que
preservamos la tierra llevando el mensaje salvador del evangelio.
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