domingo, 10 de febrero de 2013

LA SAL DE LA TIERRA


LA SAL DE LA TIERRA

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres (Mateo 5:13).
En este pasaje Jesús nos compara con la sal, ¿pero para qué sirve la sal? La sal básicamente sirve para sazonar, y para preservar. La sal es usada para dar sabor a las comidas y para conservar alimentos evitando su descomposición.  Pero la sal puede perder su capacidad de salar. Esto sucede cuando se contamina con otras sustancias o elementos a su alrededor, como la humedad, las impurezas etc. El cristiano pierde la capacidad de salar cuando recibe la influencia del mundo, comportándose  como ellos y haciendo las cosas que ellos hacen, cuando tolera el pecado en su vida, así como la sal el cristiano se va desvaneciendo, va perdiendo la sazón, el sabor de ser un hijo de Dios y pierde la capacidad de influir positivamente sobre los demás.
Pero Jesús dice que somos como la sal, porque estamos para preservar al mundo de la corrupción y la maldad con la verdad del evangelio.
El mundo va en mala dirección desobedeciendo los mandamientos de Dios. El mundo está lleno de maldad corrupción, inmoralidad.
Si damos un vistazo al mundo podemos observar: Homosexualidad, matrimonios homosexuales tratando de ser legalizados, aborto, drogadicción, alcohol, prostitución, pornografía, abusos, violencia, maldad, robos, atracos, asesinato, violaciones, extorciones, secuestro, etc.
El mundo está perdido en pecados, pero nosotros somos la sal de la tierra, los que preservamos la tierra llevando el mensaje salvador del evangelio.

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